El principal, que no puede ser mejor aderezo, la compañía, y es que ayer disfrutamos de Inés, Marta y el pequeño C. Vinieron muy bien equipadas con lana y agujas, el qué hacer con ellas lo concretarán en breve... lo que es casi seguro es que el destinatario será el peque. Es inevitable, con un bebé en casa los ojos se van a las chaquetitas, pantaloncitos, saquitos y todo lo acabado en ito-ita imaginable... Galletas..mmm..galletas ¡qué ricas!, a mi me gustan todas (las de limón de Cris están para caerse de culo). Me apetecía hacer las típicas cookies de chocolate y encontré una receta con muy buena pinta en el blog Mi dulce tentación.
La pinta era real, están buenísimas, recomendables 100%:
Ingredientes:
115 grms de mantequilla.
- 1 huevo grande.
- 60 grms de azúcar glass.
- 60 grms de azúcar moreno. (Yo no tenía y utilicé azúcar normal)
- 160 grms de chocolate fondant.
- 75 grms de avellanas.
- 175 grms de harina.
- 8 grms de levadura química.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio.
- Una pizca de sal.
- 15 ml de leche.
Preparamos los ingredientes troceando el chocolate y las avellanas.
Precalentamos el horno a 190º (arriba y abajo). Mezclamos el huevo y la mantequilla a temperatura ambiente, (a mi me costó un poquito porque la mantequilla estaba algo dura, pero al ir añadiendo los otros ingredientes se solucionó), añadimos la leche y el azúcar glass y mezclamos bien. A continuación añadimos el resto de ingredientes excepto el chocolate y las avellanas, que añadiremos cuando la masa anterior esté homogénea. Una vez esté todo mezclado esta listo para hornear. Ponemos papel parafinado en la bandeja del horno y colocamos la masa en "bolitas" del tamaño de una nuez (lo de bolitas es un decir ya que la masa es blanda y no se le puede dar bien la forma). Lo importante es que estén bien espaciadas ya que se expanden mucho al hornearlas. Horneamos durante 15-20 minutos, sacamos del horno y las dejamos enfriar.
Con estas cantidades hice unas 30 galletas grandecitas, es importante lo de separarlas bien, a mi se pegaron unas a otras... aún así las devoramos, están de rechupete
Y por último pero no menos importante (para eso somos calceteras), las agujas. Cris está avanzando muchísimo con el jaquard, es el ejemplo perfecto de que deshacer lo que no nos convence no es mala idea, está requeteorgullosa de lo bien que están quedando ahora sus pajarillos. Eva divide su tiempo entre sus pantaloncitos y responder a nuestras dudas (gracias y más gracias,¡¡linda!!), y yo voy a comenzar un chaleco que compartirán mis dos churumbeles (si consigo que se lo pongan sin mucha pelea me plantearé hacer el segundo).Y hasta aquí el resumen de la jornada, nos vemos en la próxima...
María
